Acabamos de regresar de Tamaulipas. Cansados pero muy
contentos. Ha habido una suerte inesperada con los contactos. Nos han abierto
todos los caminos posibles. Una protección permanente que agradecemos en el
alma tratándose de un Estado donde la violencia, secuestros y extorsión son frecuentes. A pesar de todo en Güemez hemos tenido contactos con
muy buena gente: el agustino P. Daniel, párroco, Lic. Carlos Cárdenas, alcalde,
Dña. Adela que se presenta a alcaldesa en las próximas elecciones, y muy
especialmente Teodosia, encargada de la iglesia, prototipo de tantas buenas
mujeres siempre dispuestas a servir a los demás.
Para completar esta etapa en
México no podemos olvidar la gran ayuda prestada por el Gobierno de Tamaulipas
desde su capital Ciudad Victoria que se encuentra vecina al Municipio de
Güemez.
Y, horas antes
de volar a la Ciudad de México, vivimos la última sorpresa: conocemos a El Filósofo de Güemes. Ramón
Durán Ruiz, murió hace dos años. Fue un sabio campesino que alcanzó una gran
popularidad y prestigio. Es conocido por sus ingeniosas ocurrencias, dichos y
refranes no exentos de una fina ironía. Su hijo, Ramón Durán, regenta un salón
en Ciudad Victoria donde se recoge todo el patrimonio cultural y artístico de
su padre.
Ramón, hijo, es una persona encantadora que habla con pasión del
legado de su padre. Nos regala el libro donde se recogen las originales sabias
ocurrencias de su padre.
0 comentarios:
Publicar un comentario