Cuarta jornada y presentación

La jornada de ha dividió en dos. Por la mañana, siguiendo el calendario, asistimos al almuerzo comunitario que organizan los habitantes de la isla. Lo organizan cada jueves entre octubre y abril (¡hoy era el último de la temporada!). La aportación es de 5$, unos 5€ por persona. El menú es elaborado por diferentes personas. La idea inicial era ocasionar un encuentro para la gente más mayor, aunque poco a poco se abrió a todo el que quisiera unirse y es una excelente ocasión para fortalecer la comunidad. Tras la comida, hubo un encuentro ecuménico: el pastor jubilado Bob, la actual pastora, Sally, y Ernesto, tres miembros de diferentes Iglesias, compartieron su visión de la iglesia actual, especialmente en materia de implicación social y justicia. Bob y Sally remarcaron el carácter abierto y no jerárquico de la iglesia a la que ellos pertenecen, la Iglesia Unida de Cristo (UCC), que se engloba dentro del protestantismo. 

Sally (actual sacerdotisa), Bob (pastor jubilado) y Ernesto en un momento de ecumenismo

Bob, el pastor jubilado, es también artista y un observador muy agudo. Ha montado hace apenas unas semanas una exposición en la iglesia y el salón comunal adyacente con un mensaje similar al de la Ermita del albergue con mi dibujos fotografías y piezas originales inspiradas en su mayoría en sus notas sobre sus viajes (entre ellos el camino de Santiago), en los que analiza críticamente la iconografía religiosa. La primera parte está destinada a la adopción por formas de dominación y represión en iconografia tanto prehispánica y católica. Quiere mostrar la importancia de enviar otro mensaje de liberación en el arte. Por eso, la segunda parte se concentra en dos cosas: por un lado, la sencillez de las primeras representaciones de la eucaristía, con apenas un racimo de uvas, luz, pan, etc. frente a la exuberancia de muchas representaciones sagradas y figuras de la crucifixión como sacrificio y renovación. Interpreta la crucifixión con la figura de los pájaros que almacenan en su pico comida para sus hijos, como figura del compartir, el cuidado, y el dar primero a los demás. La tercera parte muestra a Jesús como un peregrino, según el evangelio de San Lucas (24:13-35). La aparición y desaparición la interpreta con la figura del ave fénix, como el animal que renace. La última parte muestra más imágenes de formas alternativas de expresión de otro mensaje religioso, como la esperanza. La exposición finaliza con un tríptico sobre las cuatro fases de una mariposa. Su reflexión final es potente: para él, es una decisión estar del lado de los opresores o de la resistencia y entiende la experiencia religiosa desde la esperanza no sólo de algo más allá de la muerte, sino también más allá de la mera vida, que ha de ser dignificada para todo ser humano.


Terminamos parte con una visita al laberinto de Guemes, un espacio creado colaborativamente que imita, con piedras, otros laberintos circulares que convergen en el centro. Su función es ofrecer un espacio para la reflexión y silencio entre los árboles.


Por la tarde estaba programada la presentación del viaje, Güemes (España) y el tema elegido, que es las pinturas de Mino Cerezo de la Ermita. Fue en el centro comunitario, que estaba decorado por luminarias hechas con motivo de la cabalgata del día de la tierra por alumnos de la artista local Loalynda Bird becas hech materiales reciclados y con un mensaje de cuidado de la naturaleza.

Antes de entrar nos esperaba una sorpresa: Robert, el primer peregrino que le había hecho saber a Ernesto sobre la existencia de Guemes Island, estaba esperando en la puerta. Fue emocionante el encuentro, pues pensábamos que estaba en Italia. La presentación estaba precedida por una cena (¡a las 17:30!) con todos los asistentes, gracias a comida que aportaba cada uno, y donde pudimos charlar con muchos de ellos. 



 En la presentación se incidió en el mensaje universal de las pinturas, la riqueza de la diversidad de gentes que pasan por el albergue y la sintonía entre ambos pueblos, no sólo geográfica o demográficamente, sino también en organización, cooperación, conservación del entorno, construcción manual, etc. Se hizo engega a Barbara, presidenta de la comunidad, de una guía de Cantabria y de un libro sobre el albergue. La charla dio lugar a un diálogo distendido con los habitantes de la isla, que se mostraron agradecidos e ilusionados al conocer mejor a su hermano español. Antes de irnos, pudimos ver la biblioteca, que lleva en funcionamiento quince años gracias al trabajo voluntario y las donaciones.



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